BARCELONA, 14 Feb. 08 / 03:32 pm (ACI).- En una columna de opinión publicada por el diario español La Razón, el Cardenal Ricardo María Carles, Arzobispo Emérito de Barcelona, señaló que el católico no debe tener miedo de dar testimonio de su fe en el ámbito público.
"Dar testimonio de la fe, sin falsos complejos, ha sido siempre fruto de la virtud de la fortaleza, como consecuencia del no deseado, pero con frecuencia inevitable, enfrentamiento del Evangelio con el mundo, en su sentido peyorativo", escribe el Cardenal.
"Se requiere fortaleza para confesar la fe en muchos ambientes, sin disimularla, en especial cuando la gloria de Dios o el bien del prójimo lo exigen", explica el Purpurado, y señala que este testimonio se da cuando se vive "con sencillez, pero con heroísmo, en el amor, la alegría y la paz", y cuando se transparenta "grandeza de alma, misericordia, fidelidad, espíritu de justicia, esperanza".
"Cuando vuestra vida tiene relevancia cristiana, convence y, a la vez, atrae. Es más convincente que las palabras, pues testimoniáis vuestra interioridad. En una palabra: gesticuláis con vuestra entera vida", escribe el Cardenal Carles.
"El deseo de la santidad es el reflejo de la transformación del hombre y de la sociedad anunciada por Cristo, a la que los católicos no renunciamos, por fidelidad a Dios", concluye.
"Dar testimonio de la fe, sin falsos complejos, ha sido siempre fruto de la virtud de la fortaleza, como consecuencia del no deseado, pero con frecuencia inevitable, enfrentamiento del Evangelio con el mundo, en su sentido peyorativo", escribe el Cardenal.
"Se requiere fortaleza para confesar la fe en muchos ambientes, sin disimularla, en especial cuando la gloria de Dios o el bien del prójimo lo exigen", explica el Purpurado, y señala que este testimonio se da cuando se vive "con sencillez, pero con heroísmo, en el amor, la alegría y la paz", y cuando se transparenta "grandeza de alma, misericordia, fidelidad, espíritu de justicia, esperanza".
"Cuando vuestra vida tiene relevancia cristiana, convence y, a la vez, atrae. Es más convincente que las palabras, pues testimoniáis vuestra interioridad. En una palabra: gesticuláis con vuestra entera vida", escribe el Cardenal Carles.
"El deseo de la santidad es el reflejo de la transformación del hombre y de la sociedad anunciada por Cristo, a la que los católicos no renunciamos, por fidelidad a Dios", concluye.
(fuente: aciprensa.com)
